Centro Cultural Galatea

DOMINGO 27 - 21.30 hs.

Compañía Teatral ELE-TE y

C. C. GALATEA

"ANSIA" de SARAH KANE

Con: Javier Luquez Toledo,

Sebastian Simoni, Julieta Cajal

y Graciela Garcia Loza

Ansia es un monólogo interno. La acción sucede en sus mentes; no los vemos hacer algo concreto, los escuchamos, se dicen a sí mismos, como tratando de explicarse el maremoto de voces, recuerdos, pensamientos y emociones que padecen.

La autora avasallada por su historia personal, hizo que sus textos reflejen una batalla terrible que se libra en el interior del individuo. Pareciera como si su tesis (defendida a lo largo de su obra) hubiese sido que no hay peor violencia que la que uno es capaz de autoinflingirse a través del dolor, el recuerdo de lo atroz, la incapacidad para lidiar con la realidad y todos aquellos laberintos mentales , que algunos, poseedores de un humor un poco más recalcitrante (o negro) llamarían "diez cosas que siempre quiso decirle a su psicoterapeuta pero nunca se atrevió".

El gran tema es la soledad, una soledad absoluta, terrible, devastadora, de la cual es imposible salir. Sentimiento de caos, bronca e impotencia, sumado a no poder dejar de oír en la cabeza del otro, las voces propias, que hablan de las cosas que más tememos.

Los textos de la autora no tienen misericordia alguna, su explícita violencia revela las turbaciones y el hartazgo de su alma; son tan hirientes que la convirtieron en una escritora polémica, rara, inhóspita. Pero su obra también encarna una escritura de gran precisión, de lenguaje y dramaturgia originales y propios, y de una sensibilidad poética fuera de serie.

Sarah Kane, nació en Londres, en 1971, sufrió de depresión y pasó algún tiempo en el hospital, atentó contra su vida usando barbitúricos, aunque fracasó en el objetivo. Lo lograría recién en 1999, ahorcándose en otro hospital donde estaba siendo tratada.

Tenía 28 años, había escrito cinco obras (Devastados, El amor de Fedra, Purificados, Ansia y 4.48 Psicosis), y se había convertido en la dramaturga que renovaría para siempre el estado de cosas en la escena de Londres.